Los sustratos al ser las materias utilizadas para la producción de plantas se convierten en su fuente principal de alimentación en nuestros jardines o materas, por tal motivo se debe tener en cuenta su adecuado uso para que cultivos ornamentales puedan desarrollarse apropiadamente.
Este importante elemento facilita la sujeción necesaria de las raíces, además de servir como retenedora de la cantidad suficiente de agua para cada especie de arbustos que cultivemos; entre otros beneficios que encontramos con el adecuado manejo de los sustratos en cada cultivo está el hecho que las plantas desarrollen resistencias naturales a las plagas y enfermedades.
Para aprovechar al máximo los beneficios de los sustratos es recomendable conocer su composición para el uso en cada tipo de plantas que deseamos cultivar, debe permitir la respiración de las raíces y que puedan estas tomar fácilmente tanto los nutrientes como el agua suficiente para su efectivo desarrollo.
Existen dos clases de sustratos: Sustratos Orgánicos y Sustratos Inertes.
Entre los sustratos orgánicos tenemos el Humus de lombriz, el cual es el resultado de la descomposición de elementos orgánicos empleando para ello las lombrices de tierra; gracias a su contenido de elementos y minerales como nitrógeno, fosforo, hierro, sodio, entre otros, hace que los suelos sean muy fértiles. Además impide que se desarrollen hongos y bacterias, convirtiéndose en un elemento importante para la preparación de semilleros.
Los sustratos inorgánicos están compuestos por la combinación de diferentes elementos, dependiendo las plantas que deseemos cultivar.
En el Vivero El Rosal para la elaboración de los sustratos inertes empleamos, entre otros: el chip de coco, el chip de arroz, la cascara de pino, la grava. Estos elementos proporcionan a las raíces de las plantas la suficiente aireación y la adecuada sujeción a la tierra.
